Ayer viernes día 15 de abril amaneció un día espléndido en Mallorca. Uno de esos escasos días con ausencia total de nubes y aire transparente. Fernando Prieto, compañero alicantino y entusiasta fotógrafo de paisaje, decidió tentar a la suerte para cumplir uno de sus sueños: divisar Mallorca desde lo alto de su tierra. Tras elegir el mejor mirador posible —la serra Aitana, máxima elevación de Alicante (1.558 m.)—, Fernando llega a la cima momentos antes del amanecer, precisamente cuando la luz es más favorable.

La acertada elección del día y el esfuerzo de la ascensión obtienen su recompensa: hacia levante, la inconfundible silueta de la serra Tramuntana mallorquina, a 290 kilómetros de distancia, asoma limpiamente por encima del horizonte. Feliz y hecho un manojo de nervios, monta su equipo fotográfico sobre el trípode y dispara una foto tras otra. El resultado, el que ilustra esta entrada.

Mi enhorabuena a Fernando por cumplir su antigua ilusión y por permitirme publicar la fotografía, la primera conocida de Mallorca desde el techo de Alicante.

En el horizonte, la silueta de las montañas mallorquinas. En primer plano, las luces de la localidad costera de Xàbia y el massís del Montgó. Pulsar para ampliar.

La misma imagen, con la identificación de los accidentes geográficos de Mallorca.

Representación sintética de la escena real, obtenida con el generador de panoramas de Ulrich Deuschle.

Gráfico de la zona, dejando patente la enorme distancia entre el motivo fotografiado y el fotógrafo. La misma distancia que separa Tramuntana de los Pirineos, y que personalmente, tuve la suerte de retratar el año 2010.

En sentido inverso: las montañas de Alicante observadas en el horizonte desde Mallorca, una gélida tarde invernal de 2006. De izq. a dcha: Puig Campana (1.406 m.), Serra de Bernia (1.128 m.) y Serra Aitana (1.558 m.). Vista desde Puig de Galatzó (1.026 m.).