Hace tiempo que deseaba conocer este mirador sobre la Punta de s’Àguila y el Port des Canonge, en la costa de Banyalbufar. Con el fin de encontrarlo en unas condiciones especiales, elegí un atardecer de verano —cuando la luz es más favorable— así como un día de mar calmado. Afortunadamente, el Port des Canonge es un rincón muy discreto que no atrae hordas de turistas ni enjambres de embarcaciones que afean la cala, por lo que pude llevarme una estampa idílica en la cámara.
Calmas marinas en la costa norte
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Buenas Marcos,
Hablando de enjambre de embarcaciones, me da mucha pena como se ha estropeado el atardecer desde la bahía de San Antonio en Ibiza. Un atardecer tan especial gracias a que el sol se pone entre los islotes de poniente y esa luz siempre tan especial de la isla blanca. Podrías decir el mejor sitio para ver un atardecer en la serra de tramuntana? La torre del verger sería el mejor sitio o desde Son Marroig o alguno solo para aventureros como el Puig Major? Y si no lo puedes decir danos algunas pistas 🙂
Un saludo desde Horta (Catalunya).
Hola Òscar,
Gracias por tu comentario.
La masificación de las islas en las últimas décadas, especialmente en la época estival, ha alcanzado cotas récord, superando todos los límites razonables y ejerciendo una presión insoportable en zonas tradicionalmente tranquilas y libres de interferencias artificiales como la Serra de Tramuntana y su costa. La saturación de visitantes acabó hace años con la posibilidad de contemplar los más conocidos paisajes costeros sin la presencia de ejércitos de barcos y desde un entorno de relativa tranquilidad. Al menos en los puntos más emblemáticos de la costa, donde los miradores fácilmente accesibles en vehículo son auténticos hormigueros estridentes, particularmente al atardecer, cuando de repente, parece que toda la isla se apelotona allí mismo. Para botón de muestra, la carretera al faro de Formentor, por primera vez en la historia cerrada al público por exceso de afluencia.
La única posibilidad de disfrutar de un paisaje relativamente libre de interferencias y con la calma propia de la naturaleza, es acceder a lugares alejados de las carreteras y en las zonas menos turísticas —que existen y son muchas—, aunque ello implica un buen conocimiento del terreno y naturalmente, una caminata considerable. Siento decirte que, por principios, no tengo costumbre hacer de dominio público itinerarios, pero buscando un poco —ayudado de mapas y guías—, encontrarás rincones para disfrutar tú solo, con vistas sorprendentemente hermosas, en muchos puntos de la costa. También, cómo no, recomendarte evites los meses de verano. Suerte y un abrazo.