Contemplar Mallorca a vista de pájaro siempre es una experiencia extraordinaria y más aún cuando las condiciones meteorológicas son idóneas para fotografiar el paisaje, como ha venido siendo a lo largo de esta semana primaveral.
La posibilidad de sobrevolar la isla y poder hacerlo en el día y el momento adecuados es un gran privilegio. Los paisajes tantas veces retratados desde tierra adquieren una nueva dimensión observados desde las alturas, ofreciendo una emocionante consecución de oportunidades imposible de obtener estando en tierra. Los ángulos, la luz, y los ambientes cambian a velocidad de vértigo a medida que la avioneta surca los cielos.
La nave biplaza, dirigida por un experto piloto, se posiciona exactamente donde le indica un servidor. El destino: norte de la isla, visión muy elevada de la costa norte, en día despejado, con las aguas tranquilas, y en los momentos antes del ocaso.
Calentando motores antes de levantar el vuelo.
Las sobrecogedoras vistas a ambos lados sorprenden tanto a mí como al veterano piloto.
Inusual perspectiva del extremo norte de la isla, con las bahías de Pollensa y Alcúdia al fondo.
Algunos de los «grandes» de la Serra de Tramuntana, alineados uno tras otro, desde la imponente mole del Puig de Massanella en Escorca hasta el lejano Puig de Galatzó, en tierras de Calvià.
Las brumas propias de la inversión térmica generada por las altas presiones anticiclónicas se depositan en los niveles inferiores de la atmósfera, resaltando los relieves más elevados y creando sugerentes siluetas y contraluces.
Sucesiones en la vertiente norte de la Serra: Sóller, Deià, Banyalbufar, hasta la isla Dragonera, difícilmente visible por las brumas.
En el extremo opuesto, las últimas luces doradas proyectan largas sombras sobre la península de Formentor y alrededores de la Cala de Sant Vicenç.
A lo lejos aparece, tenue y distante, la silueta de la montanña sagrada de Catalunya —Montserrat—, al filo de la puesta de sol, entre los últimos matices cálidos y los primeros tonos fríos del crepúsculo.
Looks like the pilot almost managed a standstill to let you take the photos. Great photos during perfect conditions!
Thanks for commenting Markus. We flew in a two-seat Tecnam P92 light aircraft, known by its smooth operation which is photographer’s delight. The pilot told me that previously another photographer rented his services to take pictures of all the entire coast of Mallorca.
Una pasada, un privilegio poder gozar de las tan bellas imágenes de la maravillosa Mallorca, esa «musa» que como siempre sabes retratar en su mejor momento y ángulo. Un abrazo!
Gracias Fernando. Te sorprendería lo complicado que resulta volar, por la imposibilidad de programar los vuelos con más de 6 horas de antelación. Hacía 3 años que no me subía a un ultraligero y tenía unas ganas enormes de cumplir una serie de objetivos. No siempre un vuelo concluye en éxito. Tú mismo ya has podido comprobar personalmente la complejidad de la fotografía aérea… Otro abrazo para ti.
que maravilla , nadie como tu para captar ese juego de luces y sombras que resaltan los perfiles de nuestra tRAMUNTANA,,, COMO SIEMPRE insuperable MARCOS
Muchas gracias Helena. Me acordé de ti al ver esta maravillosa vista de Pollensa y de cómo la disfrutarías. Tienes en tu familia un gran entusiasta del vuelo… Nunca te ha inspirado? Es toda una experiencia! Besos!