Afortunadamente, en Mallorca podemos disfrutar de uno de los fenómenos de luz más fascinantes del mundo de la arquitectura. La protagonista indiscutible de hoy, 21 de diciembre y día del solsticio de invierno, es la Catedral de Mallorca.
El templo sagrado dedicado a Santa María, más conocido como la Catedral de Mallorca —o la Seu, término de la época, cuando la isla era parte de la Corona de Aragón—, se comenzó a levantar el año 1229, tras la conquista de Mallorca por el rey Jaume I. El templo, de estilo gótico levantino y erigido en primera línea del mar, destaca por múltiples características singulares, pero como fotógrafo de naturaleza apasionado por la luz del paisaje, me llama poderosamente la atención una de ellas: la exquisita maestría de los arquitectos para crear uno de los efectos de luz natural más sofisticados que se conocen en la arquitectura antigua.
La nave central de la catedral se dotó de dos enormes rosetones multicolores, en fachadas opuestas, de tal forma que ambos quedan enfrentados. La planta del edificio se construyó orientada a 120,3 grados, precisamente el punto por donde asoma el astro rey el 21 de diciembre, es decir, una única vez al año, fecha del Solsticio de invierno. Este día, el sol naciente envía sus rayos hacia el rosetón este (o de levante), atraviesan el interior de la nave central y se proyectan sobre el rosetón oeste (o de poniente). La intersección de los colores de ambos ventanales se proyecta hacia el exterior, haciendo visible un hermoso “caleidoscopio” multicolor en continuo cambio, desde ciertas zonas de la ciudad orientadas a la fachada oeste de la catedral.
El siguiente vídeo timelapse ha sido meticulosamente registrado durante los años recientes y pretende mostrar el acontecimiento en todo su esplendor.
El «cruce de rosetones» se prolonga aproximadamente durante unos 15 minutos y puede presenciarse a lo largo de unos 15 días, una semana antes y otra después de cada 21 de diciembre.
Un lugar muy apropiado para disfrutar del espectáculo son las murallas del Baluard de Sant Pere, por su privilegiada orientación hacia la fachada de poniente de la Seu. Actualmente, el Baluard se encuentra en los dominios del Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Palma, aunque durante estas fechas se facilita el acceso del público precisamente para poder presenciar el acontecimiento.
Con toda probabilidad, esta obra tuvo como objeto dotar a la Catedral de una especial majestuosidad y de transmitir la grandeza divina medante un “éxtasis” de luz y cromatismo. Transcurridos más de seis siglos desde su construcción, el prodigio de los rosetones sigue emocionando, año tras año, al observador.
———– English Text ————-
Fortunately, in Majorca we can enjoy one of the most fascinating light phenomena in the context of architecture. The undisputed protagonist of today,December 21st —and winter solstice day—, is the Cathedral of Majorca.
The sacred temple dedicated to Saint Mary, better known as the Cathedral of Majorca —or the Seu, the term of the time, when the island was part of the Kingdom of Aragon—, began to be built in 1229, after the conquest of Majorca by King Jaume I. The temple, of Levantine Gothic style and erected in front of the sea, stands out for its many unique characteristics, but as a nature photographer passionate about the light of the landscape, one of them calls my attention: the exquisite mastery of the architects to create one of the most sophisticated effects of natural light known in ancient architecture.
The central nave of the Cathedral was equipped with two huge multi-colored rosettes, on opposite façades, in such a way that both face each other. The floor of the building was built oriented at 120.3 degrees, precisely the point where the sun rises on December 21st, that is, only once a year, the date of the winter Solstice. This day, the sun sends its rays to the east rosette, cross the interior of the central nave and project over the west rosette. The intersection of the colors of both windows is projected towards the outside, being visible, from certain areas of the city aligned with the cathedral, a beautiful multicolored «kaleidoscope» in continuous change.
The following video timelapse, recorded in the recent years, tries to shows the event in all its glory.
The effect lasts approximately for about 15 minutes and can be witnessed for about 15 days, one week before and another after every 21st of December.
A very appropriate place to enjoy the show is the Baluard de Sant Pere old fortress, for its privileged views, oriented towards the western façade. Currently, the Baluard is located in the domains of the Museum of Modern and Contemporary Art of Palma, but during these dates the access to the public is granted to be able to contemplate the event.
In all likelihood, this work was intended to provide the Cathedral with a special majesty and to convey the divine greatness medante an «ecstasy» of light and chromatism. After more than six centuries since its construction, the December rosettes light game continues to excite the viewer year after year.
¿Es la orientación heredada de la etapa previa al cristianismo? Quiero decir que se sabe que se construyó encima de una mezquita, la cual a su vez habría sido construida sobre un edificio aún anterior, ¿no? ¿Podemos pensar que la orientación viene de aquella construcción inicial?
Hola Gonzalo. Lo desconozco. Seguramente habrá algún estudio que mencione esta circunstancia concreta, pero no tengo ni idea. Yo me centro en el aspecto más poético del asunto… jeje. Un saludo.
Hola: magnificas fotos : gracias!
Si los documentos son ciertos, Jaume I utilizó la Mezquita como Catedral. No cumplió la Promesa que hizo a la Virgen.
Seria su hijo, el bueno de Jaume II ,1er Rey de Mallorca, quien hubiera empezado la construcción de la Seu en 1306…
No deja de ser una maravilla y ese caleïdoscopo tambien.
Esos abuelos del siglo XIV sabían mucho…
Gracias por tu hermoso trabajo!
Nicole
Guía
Pienso que se ha exagerado este fenómeno. Cualquier orientación, entre el solsticio de invierno y el de verano, forzosamente producirá un efecto similar, incluso dos días al año, como ocurre con ‘el ocho’.
Sergio: una orientación norte-sur es obvio que no. Pero hay que oler lo que he dicho exactamente.