Como un ritual, cada invierno intento hacer nuevos avistamientos de la península en el horizonte. Hoy, gracias a los vientos secos de Poniente, se ha presentado una buena oportunidad que no he querido desaprovechar.
Durante estas fechas, y con la meteorología apropiada, es cuando las lejanas montañas de la región de Alicante —que superan los 1.500 metros de altitud—, pueden divisarse sin problemas desde las alturas de la isla. Esto se debe a la posición relativa del sol al atardecer, creando unas condiciones lumínicas óptimas para apreciar objetos lejanos en esa dirección.
El viento seco y frío no me ha impedido disfrutar esta tarde de una hermosa puesta de sol en la cima del puig de Galatzó. La extensa sombra del mismo puig, de característica forma cónica, se proyectaba sobre el área central de la Serra de Tramuntana, mientras en el lado opuesto, las islas de Ibiza y Formentera contrastaban sobre un Mediterráneo calmado.
A la derecha de Ibiza, en el horizonte incandescente, en el preciso instante del ocaso, destacaban limpiamente las siluetas del techo de Alicante. A diferencia de otras experiencias similares pasadas, esta vez, la refracción atmosférica —en constante cambio—ha permitido la observación de puntos habitualmente ocultos por debajo del horizonte.
Fantástico . Que bonito. Casi salimos. Pues ayer estuvimos enla sierra de bernia.
Hola Antonio. Gracias por tu visita y comentario. Je je, vaya casualidad! Espectacular orografía la de Bernia, mi montaña favorita de Alicante. Un saludo!
Bueno Marcos, una vez más demuestras un absoluto dominio de la técnica, no solo fotográfica, también la meteorológica.
De todas maneras el mero hecho de subir al Galatzó, sin tener la garantía del éxito, no está al alcance de cualquiera.
Una vez más demuestras que los resultados son frutos de una buena planificación y riesgo.
Gracias Luis por visitarme y por dejar tu comentario. Cómo se nota que ya no andas tan ajetreado… je je je. Son muchos años ya mirando el cielo, los horizontes, probando material y pateando la sierra…. Alguna ventaja debe tener el llevar una vida tan bohemia. Por cierto, estrené aquí un teleobjetivo catadióptrico Contax Carl Zeiss de 500mm de 2ª mano, en un intento de aligerar peso. Nos vemos pronto. Un fuerte abrazo.
Fantástico trabajo Marcos!!!
Ara los amantes de la sierra alicantina son fotos con una gran carga emotiva. Y eso es gracias a la paciencia y dominio de la técnica que sólo unos pocos tenéis.
Bravo y gracias por este regalo!!?
Muchas gracias Carlos por apreciar estos pequeños esfuerzos. Coincido contigo plenamente: carga emotiva. Eso es lo que me lleva a buscar la península en el horizonte. No es por estética ni por fines documentales, sino por la emoción de establecer contacto visual con «la otra orilla» tan lejana. Un abrazo desde Palma.
¨Por cierto , en la foto de la sombra del Galatzó,se observa otro fenómeno óptico curioso, de modo que todo monte prominente, con cierta indepedencia de su forma, proyecta antes del ocaso o tras el amanecer una sombra cónica.He visto ejemplos del pico del Teide y del monte Ararat en internet, y lo he visto personalmente en otros montes no tan cónicos como el Puig Campana y el Mondúber.
Hola Antonio.
Gracias por pasarte por mi blog y dejar tu comentario.
Efectivamente. He presenciado este fenómeno en tres de las cumbres más prominentes de Mallorca: el puig de Galatzó (1026m), el el puig Major (1436m) y el puig de Massanella (1367m). El caso de las dos primeras son particularmente espectaculares por la gran distancia de la sombra proyectada y el efecto de luz/sombra generado tan hermoso. También -hace ya años- lo vivi en la cima del Teide, ya que pasé una noche en la misma cumbre. Afortunadamente pude tomar fotos de todo, e incluso videos timelapse desde el puig de Galatzó y otro desde el puig de Massanella. Casualmente, he estado en la cima del Ararat pero debido al intenso frio y al agotamiento, fue un ataque rápido, a esas alturas quedarse a ver sombras está reservado para los grandes alpinistas. El Campana tiene pinta de proyectar una sombra cónica interesante. Un saludo desde Palma.
En 1878 se llevó a cabo el enlace geodésico intercontinental entre Europa y Africa, con visuales hasta casi 270 km, concretamente entre Mulhacén y Tetica de Bacares en España y Filhaoussen y M’Sabiha en Argelia.
https://www.nevasport.com/nivalis/art/2362/El-Marques-de-Mulhacen/
Gracias Antonio por tu interesante aportación sobre esta hazaña histórica. Personalmente la desconocía y me ha resultado emocionante porque pisé la cumbre del Mulhacén años atrás y siempre me había preguntado el origen de esas ruinas. Un saludo desde Palma de Mallorca.